07 Mar El sector del envase apuesta por nuevos materiales y tecnologías para ser más sostenible
En la última edición de Empack, a la que asistimos recientemente, vimos que la industria del envase y el embalaje trabaja en la incorporación de materiales alternativos y en la incorporación de nuevas tecnologías para conseguir envases más sostenibles, a la vez que seguros, y mejorar las tasas de reciclaje de los materiales. También, en la feria se habló sobre cómo las empresas se están adaptando al nuevo entorno normativo. Te contamos nuestra visión de Empack en este post del blog.
Jorge Barriobero, responsable de Investigación en Packaging de CNTA
Ada Calahorra, investigadora en Packaging de CNTA
La industria alimentaria avanza en su camino hacia la sostenibilidad, sin descuidar en ese paso la seguridad alimentaria. En este sentido, en la última edición de la feria Empack, que se celebró en Bilbao, en referencia al envase y embalaje pudimos ver dos grandes tendencias:
- Nuevos materiales y alternativas para envases primarios y secundarios, entre los que resaltaron los de las empresas Bandall y ATS, con sus sistemas de flejado de producto mediante materiales sostenibles en base a papel, 100% home-compost, en donde las tintas y materiales adhesivos también son degradables.
- Nuevas tecnologías y maquinarias para impresión de etiquetado con un enfoque en el Supply Chain Management (SCM), como el que presentó la empresa Arvato System, con su prototipo de Sistema de gestión de almacenes mediante inteligencia artificial, denominado ‘Chat with your data’, todavía en fase de desarrollo, con el potencial de consulta del número de pedidos o la frecuencia de pedido de proveedor, entre otros aspectos.
También, durante el evento, más concretamente en la mesa redonda ‘Innovación sostenible en Packaging: enfoques y tácticas para abordar el cambio’, organizada por Packnet, conocimos cómo desde Tekniker están trabajando en el desarrollo de tecnologías de sorting como el uso de cámaras hiperespectrales o procesos de sensorización para optimizar la clasificación durante el proceso de reciclado con el objetivo de aumentar las tasas de materiales reciclados. Estos sistemas tienen la capacidad de identificar diferentes materiales en las cintas trasportadoras, en base a las imágenes capturadas (incluso cuando visualmente no se pueden diferenciar) permitiendo a robots realizar una clasificación automática.
En esa misma línea, también desde Tecnalia se está poniendo el foco en mejorar los procesos de reciclaje, a través de la automatización de las líneas, implementando la robótica y la inteligencia artificial mediante modelos de aprendizaje automático.
En busca de la sostenibilidad
Durante Empack se apoyó la idea de que la lucha contra el desperdicio alimentario y el fomento de la sostenibilidad es algo prioritario, aunque, eso sí, siempre teniendo en cuenta la seguridad alimentaria.
En este sentido, Sonia Muro, responsable de Sostenibilidad de Florette indicó que la legislación, en el caso de los envases, está apuntando hacia “la reutilización”, aunque, en su opinión, resulta “fundamental estudiar de manera global y profunda el impacto que puede generar un envase reutilizable y utilizarlo solo cuando sea realmente sostenible y seguro”.
“Es fundamental estudiar de manera global y profunda l impacto que puede generar un envase reutilizable y utilizarlo solo cuando sea realmente sostenible y seguro”, afirmó Sonia Muro de Florette
Asimismo, distintos representantes de empresas explicaron diferentes acciones de sostenibilidad en materia de envasado que han llevado a cabo desde sus compañías. Algunas que conocimos fueron:
- Kaiku: implementación del ecodiseño (un aspecto que desde CNTA podemos asesorar), reciclabilidad, empleo de materiales reciclados o la incorporación del tapón solidario, que asegura que el tapón se mantiene unido al envase durante el proceso de clasificación y reciclado.
- Uvesco: eliminación de materiales de envasado con tonos oscuros y poco reciclables (poliestireno expandido o poliespán) y sustitución por tonos más claros y materiales más sostenibles como PET o papel/cartón.
- Coca-Cola: incorporación del tapón solidario, iniciativas para reducir las emisiones de CO2 (la multinacional está desarrollando diferentes proyectos con universidades con el objetivo de captar el CO2 para transformarlo en productos como ingrediente directo, azúcar u otros materiales de envasado) o uso de materias primas renovables.
- Cepsa: uso de la tecnología tricapa, con la que ha logrado aumentar el contenido de material reciclable de sus envases de un 40 hasta un 70%. La tecnología tricapa se fundamenta en emplear material, mediante reciclado mecánico, en la parte exterior del envase. Por su parte, en la zona interior se incorpora una capa de material virgen en contacto directo con el producto, asegurando que durante la vida útil se mantiene en perfecto estado todas las propiedades. Con esta tecnología desde Cepsa indicaron que lograron ahorrar “unos 100.000 euros” en el primer año tras la entrada en vigor (enero de 2023) del impuesto al plástico.
En referencia al caso de Cepsa, hay que resaltar que, aunque no es un ejemplo agroalimentario, es una muestra de hacia dónde se tiene que dirigir nuestra industria. Actualmente, para uso alimentario solo está aprobado la reutilización del politereftalato de etileno (PET) mediante reciclado mecánico y su empleo está focalizado en envases de bebidas y, en menor medida, en bandejas rígidas. No obstante, su escasa disponibilidad y alto precio hace que sea un material poco accesible, principalmente para empresas de pequeño tamaño.
Presión legislativa
También en Empack se habló del Real Decreto 1055/2022 y de la propuesta de Reglamento de Envases y Residuos de Envases de la Unión Europea y sobre cómo las empresas tratan de adaptarse a este entorno normativo.
Este nuevo marco legislativo está marcado por las premisas de prevención, reutilización, reciclado, valoración y, en última instancia, eliminación. En este sentido, hay algunos aspectos que se destacaron durante el evento y que se verán reforzados con el nuevo Reglamento de la UE, que son:
- la prevención mediante el ecodiseño (optimizando espesores, reduciendo el empleo de materiales multicapa o utilizando componentes fácilmente separables, etc.).
- la introducción del “pasaporte digital” de producto para registrar electrónicamente, procesar y compartir información relacionada con los productos entre las empresas de la cadena de suministro, las autoridades y los consumidores.
Sobre la regulación que está por llegar y la que está en vigor, en Empack se oyeron quejas por la necesidad de avanzar “más técnicamente para poder abordar los objetivos de la legislación actual” y algunos como Jon Ander Egaña, director general del Basque Food Clúster, indicaron que, de momento, “hay más desafíos que superar que oportunidades en el sector”, ya que para adaptarse a la legislación vigente faltan soluciones para avanzar en el cumplimiento de los objetivos legislativos.
Por último, otro aspecto que se puso también de manifiesto en el evento, por parte de Isabel Goyena, directora de Envalora (nuevo SCRAP privado del sector industrial) es la apuesta por la implementación de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP).