30 Sep El futuro de la alimentación se diseña con tecnología y colaboración
El 22 y 23 de septiembre de 2022 se celebró Future Food-Tech London, un evento en el que CNTA estuvo presente por octavo año consecutivo para conocer las últimas tendencias y desafíos en el mundo FoodTech. En esta edición se reflexionó sobre cómo la industria agroalimentaria puede evolucionar para elaborar alimentos más saludables, sostenibles, accesibles y seguros. En el congreso quedó patente que el desarrollo de la tecnología y la colaboración entre diferentes agentes del sector se antojan indispensables para diseñar un futuro de la alimentación idóneo para la humanidad y el medioambiente. En este post te resumimos lo más destacado.
Patricia Larrayoz, responsable de Innovación del Hub de CNTA
La salud, la sostenibilidad, la accesibilidad y la seguridad en el mundo de la alimentación fueron los grandes temas de Future Food-Tech London. Ideas que, como hemos podido comprobar en la última edición del Mapa de Escenarios de Oportunidad FoodTech, son tendencia en el sector de la tecnología alimentaria.
En el evento se trató de responder al desafío que la industria agroalimentaria tiene para elaborar alimentos más saludables, sostenibles, accesibles y seguros; en un contexto de cambio climático, con un sistema de producción alimentario que es “responsable de un tercio de las emisiones de CO2”, según la FAO, y con el problema creciente de la accesibilidad de la población mundial a alimentos nutritivos
‘Seguridad alimentaria: ¿puede la tecnología salvarnos de la catástrofe alimentaria que se avecina?’ fue el título de la conferencia inaugural en la que participaron representantes de las empresas: Ocado, Astanor Ventures, Future Meat, SVP International y Perfect Day.
El debate comenzó con la pregunta: ¿puede la tecnología ayudar a la industria agroalimentaria a revertir la situación actual?
Christina Mladic, partner de la startup belga Astanor Ventures, respondió que “la tecnología puede contribuir a cambiar y mejorar la situación actual en la que nos encontramos”. La representante de la compañía puso varios ejemplos en los que la tecnología ayuda a:
- Identificar el momento óptimo de recolección, mediante el uso de dispositivos de imagen hiperespectral, por ejemplo.
- Reducir el coste de los alimentos, mediante la producción de proteínas alternativas.
- Desarrollar productos enfocados a colectivos con necesidades especiales.
- Diseñar la cadena de valor del futuro de la alimentación para que sea robusta, sostenible (incluyendo la retención del talento) y con una visión global, desde la granja hasta el mesa.
En su intervención, Ulardic también indicó algunas causas que producen inseguridad alimentaria en el mundo, las cuales según su opinión son:
- La disponibilidad de alimentos, ya que la distribución de estos en determinadas zonas geográficas puede conllevar problemas logísticos.
- La falta de accesibilidad a alimentos con alto valor nutritivo. La ponente explicó que una gran parte de la población mundial “sobrevive con arroz y con un escaso acceso a proteínas de calidad”.
Otro asunto que se debatió en la mesa fue el del precio al que se venden las proteínas alternativas. Ante este tema, Alex Brittain, SVP International de Perfect Day, señaló que “se estima que, en el plazo de un par de años, el precio de las proteínas alternativas vegetales se equipare a las proteínas animales tradicionales”. Todo ello, en un entorno en el que las pérdidas en la cadena de valor alimentaria “alcanzan un 30%, al mismo tiempo que muchas personas no pueden acceder a una alimentación sana y nutritiva”, concluyó.
Colaboración para superar retos
Durante los dos días que duró Future Food-Tech London, una de las ideas más repetida en las ponencias fue la necesidad de “colaboración”. En el evento se dio el mensaje de la “importancia de colaborar entre todos los agentes de la cadena de valor alimentaria para asegurar el acceso (disponibilidad y precio) a unos alimentos con el adecuado perfil nutricional a toda la población”.
Y ¿cómo se hace?, “diseñando soluciones innovadoras con una visión global de la cadena de valor, la estrecha colaboración entre agentes y entender las necesidades de los consumidores y sus preferencias sensoriales”, tal y como indicaron en la mesa: ‘Grasas y lípidos el ingrediente que falta’, en la que participaron personal de Peakbridge, Edlong, Hoxton Farms y Melt &Marble.
En este debate, Max Jamil, co-founder de Hoxton Farms, alertó sobre la “forma en la que comemos en la actualidad, la cual nos está perjudicando y también lo está haciendo con nuestro planeta”.
Ante esta problemática, Janely urgió a empezar a “consumir y diseñar productos de una manera distinta”. Además, resaltó dos aspectos fundamentales: “el diseño de los alimentos tiene que ser un trabajo colaborativo y las alternativas a los ingredientes actuales deben ser Clean label y sabrosos para que estos sean aceptados por los consumidores”.
Por último, la mesa debatió sobre el consumidor final y su comportamiento. Algunas conclusiones a la que llegaron los ponentes fueron que “es importante una identificación temprana de las tendencias de consumo, basado en datos, así como lograr la aceptación de las nuevas tecnologías e ingredientes por parte de los consumidores”.
La apuesta por la tecnología alimentaria
‘Correcciones del mercado: el impacto de la volatilidad actual en la inversión en tecnología alimentaria’ fue la mesa en la se reflexionó sobre financiación y tecnología FoodTech, y en la que participó personal de Blue Horizon, ECBF, Pilot Lite y Blume Equity.
En su ponencia Friederike Grosse-Holz, director de Blue Horizon, explicó que la posibilidad de poder obtener financiación está ligada a “la capacidad de generar propiedad intelectual, un aspecto clave y crítico”.
Por su parte, Marie Asano, partner de ECBF, señalaba a la “legislación” como una de los barreras a superar para el crecimiento de algunas tecnologías para producir alimentos, ingredientes y proteínas alternativas. Además, destacó la importancia de “verificar que los consumidores están preparados para recibir y consumir esas novedades”.
Por último, desde la mesa se resaltaron los siguientes mensajes sobre la aplicación industrial de algunas nuevas tecnologías en el corto plazo:
- El cultivo de células vegetales no estaría listo para ser comercializado.
- Entre los desafíos de la fermentación de precisión se encuentran: lograr mayor capacidad y asegurar el escalado y uso industrial de los ingredientes obtenidos mediante esta tecnología.
- Los productos híbridos, (aquellos a los que se adicionan células cultivadas), serían los que más proyección de futuro presentan.
Sabor, valor nutritivo y sostenibilidad, motivos para consumir un producto
“Sabor, valor nutritivo y sostenibilidad”, por ese orden, son las razones por las que una persona decide consumir un nuevo producto plant-based. Así lo reseñaron en la ponencia ‘El consumidor del futuro: tendencias alimentarias, comportamientos de compra y hábitos alimentarios’, en la que participaron personas de Uber Eats, Mars y Greenchef.
Otra reflexión de interés que dejó esta mesa estuvo relacionada con el momento ‘snacking’ o picoteo y como esta clase de consumo “se está convirtiendo en la forma en la que comemos, sustituyendo a los horarios y maneras de comer tradicionales”.
Lo natural, concepto multidimensional
Asimismo, un debate interesante al que asistimos en Future Food-Tech London fue el de ‘¿Qué es natural?’ del que formaron parte representantes de Kraft Heinz, Solar Fotos, Phytolon y Anegó Bio. En esta charla lo más destacable fue que los ponentes llegaron a la conclusión de que natural es “un concepto multidimensional, con un significado muy diferente para cada persona”.
En esta mesa se puso en cuestión el pensamiento de que “todos los alimentos tr
adicionales son naturales” y se manifestó la importancia de “reforzar desde la escuela el conocimiento sobre los alimentos, cómo se obtienen y procesan, y enseñar pautas de nutrición”.
La pasarela de startups en Future Food-Tech London
Durante las dos jornadas pudimos conocer de cerca diferentes propuestas de startups de las que destacamos:
- Onego Bio: startup filandesa que propone la sustitución de la clara de huevo por proteínas alternativas, mediante fermentación de precisión, y con la misma funcionalidad que las proteínas de la clara de huevo.
- New Culture: esta startup de Suiza está trabajando en fabricar proteínas cell-based para elaborar quesos análogos a los de vaca.
- Resugar: la startup israelí plantea una alternativa al azúcar plant-based, libre de GMO, en la que pretende reducir hasta un 70% el contenido de azúcar en los alimentos. Esta solución se ha implementado ya en Israel en productos comerciales como helados recubiertos de chocolate.
- Paleo: startup belga que produce proteínas, a través de la fermentación de precisión, como la mioglobina, que aporta el color y el aroma a la carne, para productos alternativos cárnicos plant based.
- Lypid: grasa vegana obtenida a través de cultivos celulares que “sabe y se comporta como la grasa animal” es la propuesta de esta startup estadounidense, que fue la ganadora del premio al público en Future Food-Tech London.