La transformación digital será humana o no será

La transformación digital será humana o no será

CNTA asistió a un webinar de AZTI con la participación de Mikel Tejadas y Alain Ibáñez, de Unilever, quienes dieron algunas claves para que las empresas del sector agroalimentario vean la transformación digital como un verdadero cambio cultural. Transparencia, accesibilidad y conocimiento compartido serán claves en esos procesos transformadores

 

Autor: Mikel Arilla, técnico de Vanguardia y Tendencias en CNTA
marilla@cnta.es

 

El webinar de AZTI Cómo afrontar la digitalización de las empresas alimentarias, al que CNTA asistió el pasado 28 de mayo, desglosó algunos conceptos interesantes sobre la digitalización de las empresas. Bajo la mirada de Mikel Tejadas y Alain Ibáñez, responsables de un intenso proceso de transformación digital en varias plantas de la multinacional Unilever, el webinar sirvió para poner de manifiesto que la transformación digital de las empresas pasa por ideas fuerza irrenunciables: la transparencia, la accesibilidad del conocimiento y la capacidad de compartirla y generar equipos colaborativos y autónomos.

“Una fábrica digital no es una fábrica sin personas”. Fue la frase con la que Mikel Tejadas inició su intervención, dejando claro que a veces la idea preconcebida de que los entornos digitales ‘deshumanizan’ a las compañías es más un prejuicio que un hecho objetivable. Aquí residió una de las líneas maestras de las ponencias: para dar el salto digital al business hace falta que las personas tengan ese espíritu digital.

En esa línea, cabe destacar que cambiar una compañía hacia una visión más digital de su operatividad y su funcionamiento a todos los niveles primero hay que profundizar en el cambio cultural que supone ese movimiento en la propia empresa. La cultura tradicional suele conducir a unas barreras autoimpuestas que tratan de poner en evidencia la digitalización. El “no va a funcionar” o “no hacen falta herramientas digitales para llevar a cabo las mejores ideas” suele ser uno de los mantras en estos procesos.

A ese respecto, Tejadas argumentó que la transición digital, en el contexto actual de incertidumbre, ya no es solo una opción sino que supone un paso obligado para cualquier empresa de cualquier sector productivo, también el agroalimentario. “Si no tenemos esto claro, aunque en nuestra compañía contemos con personal talentoso, ese talento se acabará yendo a otras empresas”, dijo.

Por ello, rompió una lanza a favor de la generación millenial y nos puso en el lugar de una persona de este rango de edad que llega a una empresa arcaica en cuanto a procesos digitales. “Es como un viaje en el tiempo, una tortura”, señaló tejadas, poniendo de manifiesto lo paradójico de que, en muchas ocasiones, la tecnología más sofisticada la usan los empleados a modo particular, mientras que en la empresa las herramientas de las que se dispone son todavía algo anacrónicas.

 

¿Cómo abordamos un proceso de transformación digital?
Empezar desde el Machine Learning o el Big Data es comparable a iniciar la construcción de nuestra casa desde el tejado. Tejadas señaló que antes de iniciar la implementación de un nuevo proceso digitalizado en nuestra compañía debemos tener claros los vectores sobre los que va a pivotar:

  1. Democratización de la información: todo el mundo en la empresa tiene que saber lo que pasa, qué se hace en planta y qué en las oficinas, conocer el trabajo de los demás… siempre manteniendo los límites que nos impongamos en el plano de la confidencialidad.
  2. Transparencia y responsabilidad: saber en qué punto queda la responsabilidad de cada uno y, si hay un problema sin resolver, en el tejado de quién está la pelota.
  3. Conocimiento accesible: puso como ejemplo el paradigma de Youtube y los tutoriales abiertos. Depositar en el conocimiento en un contenedor frágil como el cerebro humano supone no aprovecharlo. Para evitarlo está la memoria electrónica.
  4. Organización autónoma y colaborativa: dislocar la organización y trascender los departamentos, abrir la compañía a ese conocimiento compartido y al trabajo interdepartamental.
  5. Uso de recursos optimizados: permite balancear las cargas y repartir mejor el trabajo.
  6. Comodidad interna y externa: este vector dibuja la meta de todo proceso de digitalización, que no es otro que tratar de conseguir una solución en 3 clicks.

Además de estos vectores, Tejadas remarcó la necesidad de seguir una hoja de ruta aplicable a cualquier proceso de digitalización:

  1. Crear un equipo interno con pasión por el proyecto.
  2. Buscar el proceso clave, aquel que genera más fricción.
  3. Trazar el reto de convertirlo en un proceso de 3 clicks.
  4. Animar al equipo a buscar fuera, a copiar o integrar lo que hacen los mejores.
  5. Comunicar y celebrar el éxito.
  6. Escalar el modelo a otros procesos.
  7. Asignar un Budget y establecer estrategias de gamificación para dinamizar el modelo en la empresa.
  8. Crear o comprar una plataforma donde se aleje toda la información, evitando generar ‘islas’ de conocimiento’
  9. Tomar una posición radical por la integración de datos, empezando por el Small Data.
  10. Combinar datos que tengan valor.
  11. Integrar nuevas herramientas.

 

En vanguardia
La parte de Alain Ibáñez versó sobre buildapp, la herramienta que Unilever ha desarrollado en colaboración con la startup vasca Hodeia Digital y que consiste en un recurso accesible para todos los empleados de la empresa en el que se monitorizan sus datos, se comparte la información de todos los procesos y se gestiona de una manera sencilla y accesible la generación de nuevas ideas o emprendizaje interno.

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