
18 Jun Liderazgo enfocado a la seguridad: cómo las empresas alimentarias aportan resiliencia frente al COVID
Grandes actores de la industria de la alimentación como Cargill o McDonald’s mostraron sus experiencias en la adaptación y la toma de decisiones ante la irrupción del coronavirus en el webinar Business Resilience in the Food Industry: Addressing Vulnerabilities and Maintaining Brand Reputation, al que asistió CNTA.
Autor: Héctor Barbarin, director general de CNTA
hbarbarin@cnta.es
Adaptarse al nuevo escenario tuvo un denominador común en aquellas empresas cuya actividad, como en el caso de las alimentarias, se hizo esencial durante los meses más duros de la pandemia. Y esa parte crítica no fue otra que enfocar la toma de decisiones y el liderazgo empresarial hacia la preservación de la seguridad. Así lo mostraron los ponentes del webinar Business Resilience in the Food Industry: Addressing Vulnerabilities and Maintaining Brand Reputation, organizado a través de la plataforma onlineexperiences.com.
El encuentro contó con Mark Overland (Cargill), Bizhan Pourkomailian (McDonald’s) y Kimberly Coffin (Lloyd’s Register) como ponentes y estuvo moderado por Barbara VanRenterghem, editora de Food Safety Magazine. Desde CNTA valoramos muy positivamente esta sesión online en la que pudimos escuchar y analizar inputs muy valiosos de actores de gran importancia en la industria alimentaria.
“Los empleados no les importa cuánto sabes pero sí cuánto te preocupas por la situación”. Es la frase que utilizó Mark Overland para describir la importancia de orientar el liderazgo empresarial hacia la seguridad entre los propios trabajadores. Cuidar a los empleados fue la prioridad en las primeras fases del coronavirus, cuando el impacto de la pandemia parecía ponerlo todo patas arriba. Una realidad que trasladaron los ponentes de Cargill y McDonald’s pero que, como hemos podido extraer del webinar sobre Seguridad Alimentaria organizado por CNTA hace unos días, se convirtió en la principal medida de acción inmediata en el sector agroalimentario de también en nuestras fronteras.
Puede que en esta nueva normalidad parezca que el cierre de establecimientos de restauración quede en un punto lejano y lo hayamos asumido como una consecuencia lógica de la virulencia de la pandemia. No obstante, cuando la irrupción del COVID-19 daba sus primeros coletazos, el cierre supuso un auténtico hito para McDonald’s, tal y como expresó Bizhan Pourkomailian. La cadena de comida rápida se enfrentó a una decisión necesaria pero en cierto modo traumática, nunca antes vista en la historia de una compañía cuyo modus operandi en el trabajo es eminentemente social.
Ese escenario de standby ligado a los cierres masivos de sus diferentes venues les permitió trabajar en el plan del regreso paulatino de sus trabajadores de manera presencial. Un plan en el que, como no podía ser de otra manera, también primó la seguridad. El ejemplo de McDonald’s muestra cómo ha de adaptarse una empresa al reto de proteger a su plantilla en un entorno distinto y desconocido, con medidas diferentes a las habituales y bajo un manto inevitable de incertidumbre. De nuevo, el concepto de resiliencia toma fuerza y sobre él pivota el liderazgo de las compañías.
El hándicap de la distancia ha supuesto también un reto en estas semanas de reestructuración de las metodologías de trabajo. Por ejemplo, la necesidad de evitar al máximo los contactos entre personas puso en un escenario difícil a Cargill. La compañía tuvo que adaptar los turnos para no generar aglomeraciones entre sus trabajadores y esa circunstancia supuso que se tensionara la cadena de suministro.
Esa forzada ‘realidad asocial’ también la valoró el ponente de McDonald’s como un factor condicionante en su actividad, ya que, a su juicio, el hecho de que el ser humano sea un animal eminentemente social hace que, con la distancia, se pierdan detalles y matices.
¿Y los consumidores?
Los ponentes coincidieron en que estas decisiones orientadas a la seguridad dentro de la empresa serán también importantes a la hora de plantear la aproximación de las compañías a los consumidores. En ese sentido, consideraron que la exigencia de transparencia se consolidará como un must have en esta nueva normalidad, en la que auguraron también un auge del home delivery.
En vanguardia
Como aspecto destacado sobre lo que puede deparar el futuro, fue inspirador escuchar de parte de los ponentes sus expectativas en torno al aumento de las auditorías en remoto, con documentación digital. Sin duda, una apuesta que encaja en la previsible aceleración de la transformación digital que el contexto post COVID-19 va a favorecer. “Todo se reduce a la confianza. Si confías en que el auditor está ahí no para ‘cazarte’ sino para ayudarte a mejorar tu empresa, será más sencillo asimilar las auditorías virtuales”, dijo Pourkomailian.