21 Feb Probióticos para potenciar el eje intestino-cerebro
En el IPA World Congress Probiota Global 2023, al que asistimos recientemente, se constató la relación del eje intestino-cerebro, ya que se mostraron varios investigaciones “esperanzadoras” sobre la potencialidad terapéutica del uso de ingredientes probióticos o postbióticos para tratar enfermedades como la depresión, las migrañas o enfermedades neurodegenerativas. También, en el evento se debatió la necesidad de aclarar la terminología de todo lo referentes a los “-bióticos”. Te contamos lo más destacado del congreso en este post.
Raquel Virto, responsable del Departamento de Investigación en Microbiología del área de I+D+i de CNTA
La relación intestino-cerebro para mejorar sintomatologías
En el IPA World Congress Probiota Global 2023, celebrado en Barcelona del 6 al 8 de febrero, quedó patente que cada vez más estudios apoyan los beneficios de los probióticos, simbióticos y/o postbióticos para la salud más allá del tracto digestivo, incluyendo la salud oral, hepática, cutánea, vaginal, del tracto urinario o de la salud cognitiva.
Las charlas que más interés despertaron fueron las que tuvieron como argumento principal todo lo relacionado con el eje intestino-cerebro, ya que en las diferentes sesiones que trataron ese aspecto se mostraron resultados “esperanzadores” sobre la potencialidad, no solo preventiva, sino incluso terapéutica (en un futuro no tan lejano) en el uso de ingredientes probióticos, simbióticos o postbióticos para mejorar sintomatologías en algunas enfermedades mentales o neurodegenerativas.
Ejemplo de ello, fue la exposición del Dr. Chad Kerksik, director del Laboratorio de Nutrición para el Ejercicio y el Rendimiento de la Universidad de Lindenwood (Estados Unidos), que habló sobre ‘Un suplemento probiótico multicepas mejora el estado de ánimo, la ansiedad y los biomarcadores asociados’.
En su alocución Chad Kerksik explicó que su equipo de investigadores probó en ratones una dieta en la que se incluyó un mix de cepas potencialmente probióticas formado por Lactobacillus fermentum, Lactobacillus rhamnosus, Lactobacillus plantarum, y Bifidobacterium longum.
Esta investigación ofreció unos resultados que “mostraron una mejora significativa en los niveles de serotonina (un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo) en plasma y en el comportamiento de los ratones”, indicó Kerksik.
Resultados “ilusionantes”
Otra ponencia destacable fue la protagonizada por el Dr. Richard Day, VP Medical Affairs & Clinical Development de la empresa ADM, la cual trató sobre ‘El eje microbioma-intestino-cerebro: del laboratorio a la clínica’.
La exposición de Richard Day se centró en el tratamiento de la depresión, las migrañas crónicas y la ansiedad utilizando como modelo el gusano Caenorhabditis elegans (C. elegans), además afirmó que en los últimos dos años el interés público sobre el tratamiento de estas patologías “había crecido”.
Como propuesta de tratamiento (o amortiguación de los síntomas antes mencionados), el experto de ADM señaló que su empresa propone el empleo como bacteria probiótica de una cepa propia de Bacillus subtilis PXN21, la cual ha presentado “buenos resultados”. También esta cepa tuvo resultados “ilusionantes” en la mejora de la sintomatología motora (para su estudio también se utilizó el modelo C. elegans) de la enfermedad del parkinson.
Igualmente, el Dr. Alex Parker, genetista de la Universidad de Monreal (Canadá), vinculó a los probióticos con la mejora en enfermedades neurodegenerativas. Concretamente, presentó la ponencia: ‘Probióticos como tratamiento de la neurodegeneración’.
En su charla, el genetista señaló que utilizando un modelo C. elegans logró “evaluar la mejora la mejora de la sintomatología de parálisis de enfermedad de ELA”.
En los resultados de la investigación que mostró Alex Parker se reflejaba que la vinculación en la producción de ácidos grasos de cadena corta, producidos por el probiótico Lactobacillus rhamnosus cepa HA-114 (que es propiedad exclusiva de la universidad), es la responsable de la “protección frente a la neurodegeneración” en ese caso concreto.
Aclarar la terminología
Otro de los grandes temas del congreso fue la necesidad de clarificar los términos de “los -bióticos”, puesto que la creciente demanda lleva asociada cierta confusión entre la terminología y el efecto saludable que cada “-biótico” confiere, por lo que resulta necesario trabajar en la divulgación de estos aspectos.
Gran parte de las sesiones del evento tuvieron esta temática como protagonista. En Probiota se relató como la ISAPP (Internacional Scientific Association Probiotic and Prebiotics) ha consensuado recientemente entre su panel de expertos el significado de postbiótico. Este panel lo define como “un preparado de microorganismos inanimados o sus componentes que confiere un beneficio para la salud del huésped”.
Para la ISAPP “los postbióticos eficaces deben contener células microbianas inactivadas o componentes celulares, con o sin metabolitos, que contribuyan a los beneficios para la salud observados”.
Además, para esta asociación “una definición del término postbiótico es útil para para que los científicos, los especialistas en ensayos clínicos, la industria, los reguladores y los consumidores tengan una base común para la actividad futura en este ámbito”. Con lo que es esperable que una definición aceptada de forma general aporte claridad normativa y fomente la innovación y el desarrollo de nuevos productos postbióticos.
¿Qué es un probiótico?
También, en Probiota se debatió sobre el término ‘probiótico’. La definición científica, realizada por la ISAPP, comúnmente aceptada, señala que son: “microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped”.
“Los probióticos son microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped”, según la definición científica de la ISAPP
Estos microorganismos pueden estar presentes en muchos alimentos y suplementos, pero, tal y como remarcó George Paraskevakos, director ejecutivo de IPA-International Probiotic Association, solo las cepas caracterizadas con un efecto científicamente demostrado sobre la salud deben denominarse probióticos, los cuales pueden recomendarse para afecciones o síntomas que experimente una persona.