Congreso EZOEM: la “Salud Única”, clave ante los riesgos emergentes

Congreso EZOEM: la “Salud Única”, clave ante los riesgos emergentes

Hace unas semanas la Universidad de Córdoba acogió el Congreso EZOEM, un evento internacional centrado en las enfermedades emergentes y zoonóticas donde el concepto de One Health o Salud Única fue uno de los grandes temas abordados. Impulsado por la OMS, se trata de un enfoque integral y unificador que busca “equilibrar y optimizar la salud de las personas, los animales y los ecosistemas”, aplicado al control de nuevos riesgos emergentes.

Cristina Garrido, responsable de Seguridad Alimentaria y Formación de CNTA

cgarrido@cnta.es

Laura Sánchez, responsable de Unidad de Innovación de CNTA

lsanchez@cnta.es

El congreso abordó algunos de los principales focos de riesgos emergentes  y presentó ejemplos de soluciones basadas en el concepto de One Health. En este post, te contamos algunos puntos clave y cómo este enfoque integral puede ayudarnos a enfrentar los nuevos desafíos sanitario

Riesgos emergentes asociados al cambio climático

Uno de los principales temas abordados fue el impacto del cambio climático en la seguridad alimentaria y la salud pública. Entre los riesgos emergentes destacados, se encuentran:

🔹 Temperaturas en aumento: Favorecen la proliferación de microorganismos patógenos, hongos y toxinas en alimentos y agua, como por  ejemplo, la aparición de dioxinas en las costas gallegas debido al incremento de cianobacterias, asociado a su vez con un aumento de la temperatura del agua.

🔹 Movilidad de plagas: El calentamiento global facilita la expansión de especies invasoras y vectores de enfermedades.

🔹 Eventos climáticos extremos: Inundaciones, incendios y deshielo liberan contaminantes atrapados en suelos y ecosistemas. Un caso reciente, por ejemplo, son los incendios en Los Ángeles, que han liberado metales pesados en el ambiente.

Dentro de esta problemática, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) advierte que el 36% de las enfermedades emergentes están relacionadas con alimentos de origen animal, que a su vez están expuestos a riesgos asociados con la alteración del ecosistema en el que habitan. Para hacer frente a estos riesgos, creó en 2014 la Red Nacional de Riesgos Emergentes, encargada de detectar y gestionar amenazas en seguridad alimentaria. Entre los peligros en aumento destacan la ciguatera, una intoxicación por toxinas en peces tropicales que se expande a nuevas zonas por el calentamiento del mar, y la vibriosis, enfermedad transmitida por mariscos y favorecida por el aumento de temperaturas. La red también mantiene una vigilancia constante ante el auge de enfermedades de transmisión alimentaria, como veremos en el siguiente punto.

Riesgos emergentes y alimentación

Las nuevas tendencias de consumo, como dietas veganas y vegetarianas, han aumentado los riesgos asociados a productos vegetales crudos, como los brotes de soja, que debido a la falta de tratamientos de conservación o a un proceso de limpieza ineficiente pueden transmitir patógenos como E. coli y Salmonella.

Por eso, la AESAN sigue monitorizando enfermedades como la salmonella o la listeriosis, con un interés especial en alimentos listos para el consumo (RTE), que no requieren preparación antes de comer.

En un taller previo al congreso, se discutió la actualización normativa sobre Listeria monocytogenes. A partir de 2026, los productos RTE deberán garantizar la ausencia de esta bacteria en 25 g del alimento. Para controlar estos riesgos, la AESAN ha implementado un plan nacional de control de Listeria, junto con una guía de limpieza y un programa para ayudar a los productores a cumplir con las nuevas normativas.

También relacionado con la listeria se habló sobre el Sistema Integrado de Epidemiología Genómica de Andalucía (SIEGA) , una iniciativa que aplica tecnologías avanzadas para la detección temprana de patógenos. Surgió tras el brote de Listeria monocytogenes de 2019, que evidenció la necesidad de herramientas más precisas para la vigilancia epidemiológica. SIEGA utiliza secuenciación del genoma completo (WGS) para identificar microorganismos y rastrear su origen, además de automatizar el manejo de datos genómicos, facilitando su uso por profesionales sin formación en bioinformática. También cuenta con un sistema de alerta basado en criterios genómicos, que detecta genes de resistencia o virulencia, permitiendo una respuesta rápida ante brotes.

Enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes

Dentro del congreso se habló sombre la Plataforma Temática Interdisciplinar (PTI) Salud Global, creada por el CSIC en 2020 como respuesta a la pandemia de COVID-19, reúne a más de 400 científicos de 49 institutos en 12 comunidades autónomas. Su objetivo es coordinar esfuerzos interdisciplinarios para abordar las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes bajo un enfoque integral One Health, que, como hemos visto antes, considera la interdependencia de la salud humana, animal y ambiental. Entre sus principales áreas de enfoque están:

  • Enfermedades transmitidas por vectores (como mosquitos y garrapatas).
  • Viruela del mono: Investigación sobre transmisión, prevención y tratamiento de esta enfermedad zoonótica.
  • Gripes zoonóticas: Análisis de influenzas de animales a humanos.
  • Enfermedades prevalentes y desatendidas.
  • Uso de Inteligencia Artificial para el análisis de datos de salud.

En su primer año, la plataforma registró 96 patentes y lanzó dos productos al mercado, destacando su compromiso con la innovación.

Resistencias Antimicrobianas (ARM)

Las resistencias antimicrobianas (ARM) son un riesgo emergente preocupante, después del aumento en la frecuencia de aparición de patógenos multirresistentes. Este fenómeno, que algunos acuñan como una “pandemia silenciosa”, puede propagarse a través de acuíferos, fauna y humanos, movilizando el “resistoma”. Ante esta situación, también están surgiendo iniciativas para superarlo.

El ejemplo de MicroMundo

Se trata de un proyecto de ciencia ciudadana en España, inspirado en iniciativas internacionales como Tiny Earth y Small World Initiative, que busca descubrir nuevos antibióticos con la ayuda de estudiantes. A través de crowdsourcing,  estudiantes de secundaria y bachillerato de la Comunidad de Madrid recogen muestras de suelo locales para aislar microorganismos con propiedades antibióticas. Más de 500 estudiantes participan anualmente , procesando más de 250 muestras. Durante la pandemia, el proyecto se adaptó al entorno virtual, involucrando a 21 institutos en la educación sobre la resistencia a los antibióticos.

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